Franciso Villar, analiza el impacto de las pantallas en el desarrollo infantil y hace propuestas para un futuro más saludable en la infancia
En las pasadas jornadas de formación de la Federación de Enseñanza, el psicólogo clínico Francisco Villar Cabeza abordó el impacto de la digitalización en la infancia desde una perspectiva crítica. Con una trayectoria profesional dedicada a la atención y conducta suicida en menores, Villar destacó la necesidad de proteger el desarrollo natural de los niños y niñas frente al uso indiscriminado de tecnologías digitales.
El ponente comenzó subrayando cómo las pantallas suplantan los procesos de aprendizaje natural, limitando el desarrollo cognitivo y emocional de los menores. Según Villar, su uso excesivo genera consecuencias graves como problemas visuales, disminución de la paciencia, dificultades en la socialización y trastornos relacionados con el sueño. Señaló también la paradoja de que en regiones como Silicon Valley, epicentro de la tecnología, los hijos de los creadores de estas herramientas suelen estar protegidos de su uso excesivo, mientras que en otros contextos se normaliza su implementación temprana.
En cuanto a las instituciones educativas, el psicólogo destacó su responsabilidad en la introducción acrítica de herramientas digitales. Criticó el uso indiscriminado de dispositivos en el aula, señalando que esto ha facilitado la entrada de las tecnologías en los hogares bajo la falsa creencia de que son indispensables para el aprendizaje. Villar hizo hincapié en la importancia de promover actividades que fomenten el aprendizaje y desarrollo natural, como la lectura y el juego, en lugar de depender de las pantallas. Asimismo, animó a limitar el acceso digital durante las etapas críticas del desarrollo cerebral y a fomentar habilidades como la tolerancia a la frustración, la creatividad y la capacidad de resolver problemas sin intermediación tecnológica.
A lo largo de su intervención, Villar presentó datos contundentes que reflejan la gravedad de la situación. Por ejemplo, mencionó el aumento de trastornos de conducta alimentaria y de miopía infantil, vinculados directamente con el tiempo excesivo frente a pantallas. Además, denunció que, a pesar de las advertencias de organizaciones internacionales como la UNESCO, muchas escuelas e instituciones han ignorado las recomendaciones científicas en su implementación tecnológica.
Finalmente, Villar apeló a la reflexión colectiva y al «enfado constructivo» como motor de cambio, animando a las familias, docentes y responsables educativos a proteger el desarrollo integral de los niños frente a los intereses comerciales de las grandes tecnológicas.
A lo largo de la conferencia Villar recomienda varias lecturas sobre el tema. Destacamos algunas:
- «La generación ansiosa» de Jonathan Haidt: Analiza cómo la digitalización ha afectado la salud mental de las generaciones más jóvenes.
- «La era del capitalismo de vigilancia» de Shoshana Zuboff: Explora cómo las grandes tecnológicas capturan la atención y los datos personales.
- «Demencia digital» de Manfred Spitzer: Discute el impacto del uso excesivo de tecnologías en el cerebro y el aprendizaje humano.
“La prohibición del dispositivo móvil en los centros educativos ha demostrado mejorar tanto el rendimiento académico como la convivencia entre los alumnos. Esto es un mérito que os podéis atribuir desde educación, porque habéis impedido que las tecnologías entren en las aulas como un caballo de Troya. Muchas familias confiaban en su seguridad bajo la idea de que si en el colegio se permitían, entonces no podían ser tan perjudiciales. Con este paso habéis mandado un mensaje claro: la educación no necesita digitalización descontrolada para ser efectiva.”